5 Conceptos erróneos frecuentes sobre la vaginitis

Concepción errónea n.º 1: La vaginitis siempre es causada por una infección de transmisión sexual (ITS).

Demostrado: Aunque los síntomas de la vaginitis pueden ser causados por ITS, como tricomoniasis o clamidia, no todas las infecciones vaginales se transmiten sexualmente. Otras infecciones vaginales que pueden causar síntomas similares son la vaginosis bacteriana (VB), que puede reclasificarse como ITS, y la candidiasis vulvovaginal (infección por levaduras).^{1, 2}

Concepción errónea n.º 2: La vaginitis se relaciona con una mala higiene.

Demostrado: La vaginitis puede producirse en personas con buenas prácticas de higiene y la mayoría de las mujeres tendrán una infección vaginal, caracterizada por secreción, picor, quemazón u olor, durante su vida.¹ Se estima que la tricomoniasis, una causa frecuente de vaginitis, es la ITS no viral más prevalente en todo el mundo¹ y se ha informado de que la vaginosis bacteriana es la infección vaginal más frecuente entre las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo.²

Concepción errónea n.º 3: La vaginitis siempre se caracteriza por picor y secreción.

Demostrado: Aunque la picazón y la secreción anómala son síntomas frecuentes de la vaginitis, no todos los casos presentan estos síntomas. Algunas personas pueden experimentar dolor al orinar, molestias durante las relaciones sexuales, mal olor o pueden no tener síntomas evidentes.^1.3 Las múltiples causas y, a menudo, los síntomas superpuestos de las infecciones vaginales pueden hacer que lograr un diagnóstico correcto sea un desafío.

Concepción errónea n.º 4: La vaginitis no es una afección grave.

Demostrado: Aunque algunos casos de vaginitis pueden resolverse solos o con tratamientos básicos, es esencial reconocer que ciertas infecciones pueden provocar complicaciones si no son tratadas. Por ejemplo, la vaginosis bacteriana no tratada durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro.³

Concepción errónea n.º 5: La vaginitis es difícil de diagnosticar.

Demostrado: Históricamente, el diagnóstico de vaginitis ha sido difícil porque los síntomas vaginales pueden estar causados por varias infecciones diferentes, las infecciones a menudo se solapan y no hay disponibilidad de herramientas diagnósticas precisas. El diagnóstico tradicional de la vaginitis ha incluido el examen microscópico de preparaciones en fresco del flujo vaginal, la evaluación del pH vaginal, la presencia de una reacción química al agregar KOH a una muestra vaginal, el cultivo vaginal y la tinción de Gram. Los métodos tradicionales como estos pueden requerir una capacitación exhaustiva, necesitar mucho tiempo y experimentar baja sensibilidad y especificidad, lo que provoca la omisión del diagnóstico, prescripciones incorrectas y visitas clínicas repetidas. Más recientemente, se han puesto a disposición pruebas moleculares y pruebas rápidas en entornos cercanos al paciente que normalmente se realizaban en laboratorios clínicos.¹

Para complicar aún más el diagnóstico de la vaginitis, los proveedores tienen un conocimiento limitado de las prácticas de diagnóstico recomendadas y carecen de acceso a las herramientas de diagnóstico en entornos cercanos al paciente, lo que puede provocar el incumplimiento de las directrices y la omisión del diagnóstico.⁴

Una perspectiva clínica reciente que comparaba los enfoques más nuevos con los tradicionales para el diagnóstico de infecciones vaginales concluyó: “en lugar de intentar resistirnos a la próxima marea de diagnósticos moleculares, podemos adoptarlos y hacer buen uso de ellos para realizar un diagnóstico rápido, preciso y más flexible de las afecciones de vaginitis para nuestras pacientes”.⁵ Las pruebas moleculares precisas y sencillas para las causas más frecuentes de vaginitis están ahora disponibles en laboratorios clínicos y en entornos cercanos al paciente en las clínicas y consultas de ginecología.⁵

Perspectiva:

Los médicos y las pacientes necesitan contar con información precisa sobre las infecciones vaginales y las mejores pruebas diagnósticas disponibles. Las pacientes pueden beneficiarse de la formación sobre las múltiples causas potenciales de los síntomas vaginales y se les anima a buscar un diagnóstico y tratamiento precisos para la vaginitis.